Cada vez es más común que acudan a consulta pacientes que sufren de dolor de cabeza. El diagnóstico más común suele ser: Cefalea, Cefalea tensional, Migrañas, Jaquecas, etc. Cabe destacar que no todos los nombres que acabo de citar significan lo mismo. Del mismo modo que no todos estos nombres son lo mismo, el tratamiento tampoco lo es.
Tratamiento de la migraña
En osteopatía nunca tratamos un dolor con un protocolo terapéutico común. Así como en la medicina convencional occidental cualquiera de estos dolores de cabeza se podrían “paliar” con un AINES (Ibuprofeno) o Paracetamol, hay muchas ocasiones en que estas dolencias son recidivantes y no sirven estas drogas legales- medicamentos.
Las migrañas refieren un tipo de dolor de cabeza hemi- craneal, es decir afecta solo a un lado de la cabeza propiciando unos pinchazos intensos en la zona parietal y temporal, así como dolores retro- oculares (internos a el ojo del mismo lado). Cuando hablamos de cefalea, es el nombre que se le da a un dolor de cabeza y la índole del problema suele ser tensional, por no saber detectar el origen del problema (como cuando escuchamos la palabra idiopático, no se sabe el origen).
En Osteopatía, así como en Medicina Tradicional China (MTC), cada dolor de cabeza es un mundo distinto. Si nos centramos en la MTC no es lo mismo un dolor frontal, que un dolor parietal- temporal, que un dolor occipital. Pasan canales energéticos distintos en según qué zona y el diagnóstico es distinto. Seguramente los síntomas del paciente también lo serán. Si ahora tomamos de referencia la osteopatía, debemos saber dónde están los bloqueos articulares, compresiones nerviosas y compresiones vasculares (arterias y venas que irrigan la vascularización del cráneo).
Técnicas Osteopáticas
Tomando parte de las técnicas osteopáticas y las técnicas de la MTC podremos saber diferenciar si hay un compromiso nervioso o venoso por el cual la información que llega al cráneo no es la más idónea y este responde con dolor. Puede haber órganos implicados como el hígado y la vesícula biliar que no estén trabajando como deberían. Puede haber retracciones fasciales que estén colapsando los recorridos nerviosos o también los recorridos vasculares. Podría haber bloqueos de ciertas estructuras del cráneo como el Agujero rasgado posterior (ARP), un foramen por donde pasan arterias, venas y nervios que vascularizan el cráneo y mandan información (a través del nervio vago) hacia las vísceras de nuestro cuerpo para que funcionen como toca. Todos estos supuestos solo son unos ejemplos de cómo un dolor de cabeza puede venir determinado por alguna patología en cualquier parte de nuestro organismo que como terapeutas debemos saber diagnosticar.
Con todo esto, podemos decir que tenemos herramientas suficientes para poder concluir, con una buena anamnesis (entrevista al paciente) y con una buena exploración física, el diagnóstico de su dolor de cabeza por el que viene a consulta.
Muchos de los dolores de cabeza suelen estar relacionados por nuestro estilo de vida, otros pueden ser hereditarios, otros derivados de un accidente que sufrió el paciente tiempo atrás, pero absolutamente todos ellos pueden ser tratados desde este tipo de técnicas terapéuticas. Lo importante de un buen tratamiento será saber escuchar al cuerpo y entender el origen de su problema.